La Copa América se queda huérfana de sede

El campeonato más importante del continente a nivel de selecciones nacionales se queda sin sede después de que el organismo del fútbol sudamericano, CONMEBOL, descartase a Argentina como organizador del torneo debido a razones relacionadas con la pandemia. Lo más grave de la situación ha sido que la Copa América está a sólo dos semanas del inicio del torneo, pero a la CONMEBOL no le ha temblado el pulso a la hora de descartar a Argentina debido al aumento de los casos de COVID-19 en el país. Por su parte, los equipos del país anfitrión de la Copa del Mundo de 2022, Qatar, y Australia, iban a tener la oportunidad de incluirse en la competición como invitados, pero también han decidido tirarse del barco por precaución contra el coronavirus.

El anuncio pone en duda un torneo que ha enfrentado grandes obstáculos desde el inicio de la pandemia en marzo del año pasado. La CONMEBOL publicó en Twitter que había una “oferta de otras naciones que mostraron interés en ser sede del torneo continental”, aunque no las nombró y también aseguró que se anunciará un nuevo anfitrión oficial muy pronto. La Copa América debería jugarse entre el 13 de junio y el 10 de julio y todos los conjuntos internacionales del continente ya se encuentran entrenando para el torneo.

Al igual que otros torneos de este calibre, la Copa de América estaba programada inicialmente para 2020, pero la pandemia de COVID-19 obligó a posponerla. Sin embargo, conforme se propagaba el virus, fueron surgiendo nuevas dificultades y aumentaron debido a que la vacuna no terminaba de cuajar.

Las causas del cambio

Los números relacionados con el coronavirus en Argentina vienen siendo alarmantes, ya que han fallecido en torno a 80.000 personas y la media de casos de las últimas semanas era de 500 decesos y 35.000 infecciones a la semana. Por ello, no es de extrañar que el organismo regulador de la competición internacional tomase medidas conforme el virus sigue propagándose en la nación de la albiceleste.

Por la parte que le toca a Colombia, también fue desestimada como coorganizadora de la copa a finales del mes pasado debido a las diversas manifestaciones en contra del presidente Iván Duque y la inestabilidad política que sacude al país. Tras esta situación, Alberto Fernández, presidente de Argentina, aseguró que serían capaces de asumir la responsabilidad de organizar ellos solos el torneo después de perder a su colaborador, pero finalmente tampoco tuvieron esta oportunidad.

“Es muy difícil que la Copa América se juegue en Argentina por la situación de alerta epidemiológica”, fueron las declaraciones de Wado de Pedro, ministro del Interior del país en una entrevista a la televisión.

De haberse desarrollado con normalidad, esta Copa América habría sido la primera en ser organizada por dos países diferentes y tenía pensado añadir un formato novedoso con cinco equipos en cada uno de los países anfitriones. El primer grupo incluiría a Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, el segundo grupo a Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Una vez realizada esta fase, los cuatro mejores conjuntos de cada grupo avanzaría en la competición a una fase eliminatoria, y la final se iba a disponer en un principio en la ciudad de Barranquilla, en Colombia.

Venezuela hizo una solicitud formal a la Conmebol para organizar la competición

El gobierno venezolano expresó formalmente al máximo organismo rector del fútbol sudamericano, la CONMEBOL, su deseo de ser el próximo anfitrión para la Copa América 2021. En la carta se expresaba de la importancia del Ministerio del Poder Popular para el Deporte, un organismo creado en 2006 a través del Instituto Nacional del Deporte, bajo el mandato de Hugo Chávez Frías, para mejorar el nivel de vida de la sociedad en general y poder contar con unos atletas capaces de generar competitividad al resto del mundo.

Además de ello, se hacía hincapié en la importancia que tiene en muchos aspectos de la vida el deporte con mayor número de seguidores y apasionados en todo Sudamérica y, por inclusión, Venezuela. Dentro del panorama futbolístico en todo el continente americano, la Copa América es, sin duda alguna, la competición más importante y resulta crucial para el mundo entero que se vea alterada en la menor medida de lo posible dentro del marco pandémico actual. Por ello, la carta también destacaba las grandes instalaciones y posibilidades que existen en el país para hacer frente a la situación.

Es cierto que el país de la Vinotinto tiene experiencia previa en esta materia, ya que en el año 2007 fue el encargado de acoger la competición que se acabó llevando Brasil y todo salió a pedir de boca.

En la petición se resalta el compromiso con la situación que está atravesando el planeta entero, asegurando que, si se acabaran llevando a cabo, los partidos tendrían un estricto sometimiento a las medidas y cuidados necesarios para sobrellevar el COVID-19. Se realizarían pruebas PCR a todos y cada uno de los participantes, se respetaría el distanciamiento social y habría todo tipo de facilidades para mantener un nivel de higiene garantizado.

Chile y Ecuador también se han postulado como pretendientes del puesto organizador, pero, a falta de un cambio de planes de última hora, la competición que se celebrará del 13 de junio al 10 de julio, se desarrollaría en Brasil, a pesar de que la nación no realizó ninguna petición formal previa, por lo menos de forma pública.